Fiona Reflexiona

Muchos no entienden cómo a sus madres les puede gustar tanto Susana Giménez. Tampoco entienden qué tiene de particular esta mujer. Pero alguna vez esas madres fueron más jóvenes y habrán soñado con ser actrices, modelos o simplemente famosas y no pudieron por haber tenido hijos y criarlos. Y adoran a Susana porque ella pudo ser todo lo que ellas soñaban a pesar de haber empezado desde cero con una hija desde el vamos.

Susana da la impresión de ser una mujer que nunca se achicó ante nada ni nadie. Fue contra todo, por todo, con todo. Estar sola o acompañada habrá sido lo mismo para ella si eso significaba un escalón más arriba en su carrera.

Su carrera fue larga sin que, creo yo, haya tenido altibajos significativos y a fuerza de tener bien en claro lo que quería (fama, admiración y muuucho dinero) llegó a la cima.

Claro que la carrera llevó un tiempo y en el trayecto fue acumulando no sólo experiencia sino también edad.

Y ahora que tiene todo lo que siempre quiso (fama, admiración y muuucho dinero) la obsesionan los años.

No se explica de otra forma esa manía de tanto Photoshop, tanta ropa ajustada, tanto colorinche, tanto grito, tantas extensiones, tanta cámara acondicionada especialmente para proyectar una imagen que Susana perdió hace como 25 años.

Y sin embargo la imagen que proyecta Susana ante sus admiradores es la imagen de una mujer real que consiguió todo a base de esforzarse, diría, como pocos, ya que no canta, no baila tan bien, ni actúa para un Oscar.

Parecería que es una persona muy educada por cómo trata a sus invitados. Ha ido cada uno como para que cualquier mortal perdiera los estribos! Pero ella, sin embargo, siempre supo ocupar el papel de entrevistadora, y el de estrella sólo cuando no está entrevistando. Eso demuestra al menos, profesionalidad. Sabe hacerse a un costado cuando el protagonista tiene que ser otro.

No creo que la forma en que la vemos en la tele sea sólo una fachada. Será la forma exagerada (“Mi amor! Divino! Te quiero!”) de cómo es ella con los que quiere de verdad. No es posible, si no, mantener la careta durante tantos años. Hubiese mostrado la hilacha en algún momento.